¿Pueden las Pymes sacar provecho de la tecnología Big data?

El big data ha irrumpido con fuerza en el escenario de las tecnologías de la información, generando una auténtica revolución en todos los ámbitos presentes y futuros. En los entornos empresariales, cada vez más competitivos y globalizados, el big data cobra especial relevancia ya que proporciona a los directivos las herramientas adecuadas para facilitar la toma de decisiones.

Esta nueva cultura de datos masivos consiste en identificar, capturar, almacenar y procesar grandes cantidades de datos, extrayendo conocimientos en tiempo real. Filtrar y analizar toda esa información es esencial para convertirla en útil.

La información útil proporciona una ventaja altamente competitiva al negocio. La gran transformación se produce en los departamentos de marketing y ventas que pasan de entornos en los que las decisiones se basaban en meras intuiciones y sensaciones a tomar decisiones basadas en datos. A través de esas tecnologías son capaces de medir qué ocurre en cada momento. Partiendo de esa medición se sacan conclusiones y se actúa.

El análisis cualitativo de la información posibilita la predicción de escenarios de futuro y, en consecuencia, la toma de decisiones en el presente. En la actualidad la banca y los seguros, el comercio y consumo y las telecomunicaciones lideran el uso de esta tecnología. Hasta ahora el big data era aplicable a las grandes corporaciones, pero nuestra experiencia nos demuestra que pequeñas y medianas empresas pueden aprovechar esta tecnología a un coste más que asequible.

La escucha activa y anónima que proyectan los datos permite ofrecer promociones personalizadas a potenciales clientes y fidelizar a los clientes a través de notificaciones en tiempo real. También ayuda a la planificación de productos y servicios, la producción, la oferta y distribución de los mismos. ¿Cómo pueden las Pymes aprovechar esta escucha? Existen múltiples ejemplos, uno sería el de una start-up que vende un determinado producto por internet y que diseña un sistema de escucha permanente de las búsquedas que se hacen en Google, en LinkedIn, o en Facebook para instantes después, hablamos de menos de 5 segundos, poder realizar promociones personalizadas a aquellos clientes que están en fase de búsqueda. Otro ejemplo sería el de cómo ayudar a una red de ventas a potenciar más uno u otro producto en función de la demanda que se registra en el mercado. Una empresa fabricante de plantas medicinales puede anticipar ofertas de un producto si la escucha en Facebook o Google dispara los indicadores de “catarro”, “insomnio” o “estrés” en una determinada zona.

Ni que decir tiene que estos sistemas de acopio y análisis de los datos deben velar por el respeto a la privacidad de los usuarios. Para adaptarse a la nueva realidad tecnológica, ofrecer más garantías y protección al consumidor, la Unión Europea ha aprobado el Reglamento General sobre Protección de Datos, de obligado cumplimiento en todos los estados miembros a partir del 2018. La principal novedad del reglamento estriba en el consentimiento expreso que otorga el consumidor para que la empresa utilice sus datos personales.

Los datos deben ser procesados y analizados para que se les pueda extraer el valor que contienen. Para ello es fundamental conseguir la tecnología, tanto el hardware como el software, para transformar los datos en información, además de la habilidad analítica humana para convertir la información en conocimiento, de modo que con dicho conocimiento se puedan optimizar los procesos de negocio. Tanto el hardware como el software deben estar diseñados a la medida de las necesidades y estrategia del negocio. En este sentido, nuestros consultores que dominan las herramientas Spark y MapReduce trabajan conjuntamente con la empresa para diseñar estos indicadores.

Además, la implantación del big data contribuye a cambiar la estructura organizativa de las corporaciones con la incorporación de nuevos perfiles como el director digital o el director de datos y sus correspondientes equipos. ActitudPro colabora también con sus clientes seleccionando estos perfiles.

El término big data, enunciado por primera vez en 1990 por John Mashey, hace referencia a un volumen de datos suficientemente grande que supera la capacidad del software tradicional para ser capturados, administrados y procesados en un tiempo razonable. Los métodos convencionales de procesado de datos usados hasta entonces eran demasiado lentos para sacar las conclusiones que el marketing necesita. Así, Google en 2004 creó la metodología de procesado de datos MapReduce y Yahoo desarrolló la versión Open Source, el Hadoop MapReduce. La innovación clave del MapReduce es la capacidad de ejecutar un programa dividiéndolo y ejecutándolo en paralelo a la vez, a través de múltiples servidores sobre un conjunto de datos inmenso que también se encuentra distribuido.

El MapReduce se basa en una arquitectura de ordenadores que consiste en un clúster de máquinas clonadas. Es un modelo de programación y una arquitectura de gestión de la información para procesar y generar grandes conjuntos de información. La arquitectura particiona las informaciones a procesar en diferentes máquinas. Esto permite a los programadores optimizar los recursos de procesos de información. Hoy dicho sistema está ya siendo mejorado por la tecnología de motores de procesado Apache Storm. En cualquier caso, estas tecnologías big data no han hecho más que despegar y, en los próximos años, cualquier empresa con interés en desarrollar las ventas no las podrá obviar.